Me quedé embelesado frente
a este inmenso mar,
de frente el sol
huye hacia una profundidad ciega,
su luz
se quedó sin atardecer, así es aquí todos los días,
es mágico el entre tiempo entre el día y la noche,
inevitable escapar
del hechizo que me confunde el destino,
me dejo
llevar serenamente por la intuición,
así persigo
el reflejo que se oscurece,
quizás mis
alas me empujen hasta alcanzarle,
ahora me
doy cuenta que estoy tan lejos de la orilla,
y a tanta oscuridad de alcanzar el
sol.
Siento el golpe suave de los vientos de
siempre,
soy toda
intuición, para que quiero mas,
me queda
el instinto, solo eso
es suficiente,
así es como para llegaré a mi puerto infinito,
allí es donde
esperaré el amanecer,
así con
el respiraré la fresca sal que brota entre mis dedos,
me bañaré
en picada entre peces y más sol,
volveré a
flotar jugando entre corrientes,
hasta que
otra vez entre mis alas se vaya el atardecer,
y en la magia de siempre volverme a hechizar.
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